«De echo hay un experimento que hizo Flora Robótica a partir de que nosotros estuvimos allí que fue poner un sensor a una planta y una iluminación a la planta, de forma de que cuando la planta daba un cierto valor aleatorio, elije un valor, se encendía la luz. Los primeros meses, dos meses, era un poco caótico pero al tercer mes consiguió controlar la planta la luz y la encendía por la mañana y la apagaba por la noche.»
«¿Tú crees que los mapas en papel están condenados a desaparecer?»
«Pues es una interesantísima pregunta también. Depende un poco del contexto. Realmente cuando estamos mirando un mapa, lo que estamos viendo es una abstracción del mundo real en una porción, en un espacio muy finito. El problema que tenemos cuando miramos un móvil es que la ventana por la que estamos mirando es treméndamente pequeña. Entonces si estamos en un contexto muy local, es decir, estamos en la calle y queremos buscar donde está una gasolinera, una farmacia, y esta relativamente cerca, no hay ningún problema, se puede utilizar. Pero si estamos hablando ya de planificar por ejemplo una gran infraestructura o algo así, o un mapamundi para ver, para interactuar contra él o consultarlo, no nos sigue quedando más remedio que, o bien comprar pantallas de cincuenta y cinco pulgadas o sesenta pulgadas, o utilizar un papel. De echo por ejemplo en los barcos sigue siendo obligatorio llevar cartas de papel a parte de la carta náutica electrónica.»
